lunes, 25 de julio de 2011

El Pan y su gobierno de ocurrencias, de mitos y de visiones maniqueas

En el futuro, lo que la historia podría escribir sobre los gobiernos del PAN es que el infierno suele pavimentarse de buenas intenciones. Intentaron gobernar a base de ocurrencias, de mitos y de visiones maniqueas creyendo que un país se gestiona igual que una distribuidora de Coca Cola o que un club de cuates, en donde, cuando algo sale mal, simplemente se cierra el local y se vuelve el otro día a ver qué se puede hacer. Ni Foxilandia ni Calderolandia estuvieron alguna vez al alcance de la mano. No podían haberlo hecho todo solos, necesitaban a los demás, necesitaban sumarle sociedad, grupos y partidos a lo que querían hacer. No tenían por qué enamorarse de la antigua Presidencia autoritaria, pudieron reformarla. Pero no lo hicieron.


El presidente Calderón tiene ante sí un reto fenomenal, que es resistir la tentación de inmiscuirse en los procesos electorales, algo que no ha podido hacer hasta las elecciones del 3 de julio pasado, y asegurar que haya elecciones limpias, competidas y transparentes. Sólo tiene que cumplir y hacer cumplir la ley, disciplinar a su gabinete para que no juegue en el lindero de la ley y se desvíen recursos para promocionar aspiraciones políticas personales (¿se es secretario de Estado o aspirante a la candidatura presidencial?), encontrar la manera institucional de retornar el Ejército a los cuarteles y dejar de desgastar al IFE, que habrá de ser la autoridad en el proceso electoral (el vicecoordinador del PAN, diputado Alberto Pérez Cuevas, declaró que preferían dejar cojo al IFE antes que dejar que se integrara ajeno a los deseos panistas).

¿Podrá? Muy pocos lo creen. El sexenio podría terminar tan mal como empezó, inmerso en controversias sobre la legitimidad y la viabilidad de la democracia.

Al tiempo!!!