Encontrarás temas de Política, Religión, Esotéricos, Metafísica, del Opus Dei, de A.M.O.R.C, Rosacruz, Política, del PRI, Capacitación y Desarrollo,
martes, 20 de octubre de 2015
AUTOCONOCIMIENTO
AUTOCONOCIMIENTO
Por Hatchuep
(Artículo publicado en la revista “The American Rosae Crucis” Vol. 01, Nro. 08,
Agosto de 1916-Traducido por Alejandro Daniel Silvani Costa, F.R.C.)
En la consideración del Autoconocimiento, la cuestión no es si un ser humano
es refinado o común, bello o feo, poderoso o débil, rico o pobre. Desde estos
puntos de vista conocemos las circunstancias externas solamente, pero
muchísimo más importante son las cualidades de la mente, la vida interior del
ser humano. Pero aún aquí, la cuestión no es si un ser humano es inteligente o
estúpido, ingenioso o agudo pues el conocimiento del ser humano está todavía
limitado a ciertas cualidades internas, que causan acción, expresiones de
voluntad, la razón de la acción.
Yo no me conozco a mí mismo si solamente conozco mi acción, esa manera de
actuar que comparto con todos los seres humanos de mi tipo, que no puede ser
separada de la naturaleza humana, esa manera de actuar que yo comparto
solamente con unos pocos, esa manera de actuar al final es la mía propia. El
que quisiera conocerse a sí mismo así como a los demás, debe primero saber
lo general, y luego la naturaleza especial del ser humano. Él debe saber lo que
es necesario, lo que es inmodificable, lo que es accidental a la naturaleza, y al
mismo tiempo lo que es él mismo, porqué él es tal ser humano, lo que otras
personas son, y cómo ellas se diferencian de él. Él debe saber cómo él y otros
han llegado a esto, cual es la naturaleza original, cuales las circunstancias
externas, y al final qué es de su propia creación.
Aquello por lo cual un hombre se distingue él mismo son sus expresiones,
lenguajes, movimientos, acciones, omisiones, tan bien como las comisiones.
Pero todo esto junto no es el individuo mismo, sino solamente los signos y
síntomas por los cuales el estado del alma es traicionada. Existe un campo tan
enorme de diferencias individuales que el conocimiento del ser es difícil. Las
acciones externas son solo la cubierta bajo la cual está oculto lo real. Para
conocerse a uno mismo no hay que perder tiempo en lo externo sino que se
debe entrar en el espíritu de la acción, de lo visible a lo invisible, para
determinar con seguridad las razones para la acción.
La mayoría de las acciones son el resultado de previas decisiones. Yo deseo
actuar, por lo tanto actúo. Yo no puedo codiciar, ni desear ni disgustarme
objetos que son totalmente desconocidos para mí. No me puede gustar o
disgustar ninguna cosa que yo no haya imaginado como buena o como mala.
No puedo desear nada sin que despierte en mí un ideal específico de las
cualidades buenas o malas del objeto. Puede ser que la idea sea muy oscura,
lejos en lo profundo del alma, pero nunca puede ser que una acción tome lugar
sin una idea precedente de la cualidad de la acción. Desde que los actos u
omisiones son signos por los cuales difieren los seres humanos, para
conocerse a uno mismo uno debería conocer la razón para la acción de uno,
los deseos, gustos y disgustos e imaginaciones. La imaginación no produce el
mismo efecto en todos. Hay ideas que todos comparten pero el efecto difiere.
Note los diferentes efectos que tiene un sermón sobre una congregación
normal: uno bosteza, otro se ríe, otro derramará lágrimas de arrepentimiento.
La imaginación sola no producirá la voluntad y el deseo- la experiencia parece
ser algo más que una mera consciencia de ideas.
Ninguna idea llega sola a un individuo. Todos tienen muchas de ellas, y nadie
sabe cuántas conoce, aún el más estúpido. Cada hombre hace distinciones y
cada distinción es conocida solamente por un signo. La mayoría de los
hombres pueden contar, pero con el objeto de contar, es necesario tener tipos
y especies, pues solamente aquellos de un mismo tipo pueden ser numerados.
Así sucede con el juicio. Las ideas tienden a lo cierto o a lo equivocado;
verdadero o falso, bueno o malo. El estúpido solo difiere del inteligente por el
número de ideas que se han vuelto reveladas y lo han iluminado, y por lo tanto
más unidas. Las imaginaciones parecen ser el material con el que la
inteligencia y la razón trabajan por comparación y penetración.
Conocer el ser de uno es conocer las ideas de uno; si ellas difieren de las ideas
de los otros; en qué forma ellas difieren. Qué imaginaciones son oscuras,
cuales claras y distintivas; cuales se encuentran con frecuencia; cuales son
raras. Cómo se combinan las ideas con otras; tales combinaciones son difíciles
al influjo de otros, o ellas los alientan. Qué ideas están esperando; cuales
deberían ser fortalecidas, cuales debilitadas. Esto es conocer el pensamiento
de uno. Conocer la forma de pensar de uno es conocer el pensamiento de uno.
Para conocer una cierta cosa, uno no debería detenerse en el reconocimiento,
sus ingredientes, sus signos, sino también a qué tipo de idea pertenece la
cosa. Cuando me conozco a mí mismo por mis ideas, de qué tipo son ellas y a
qué pertenecen. Entonces sé qué cualidades confirmar y a qué cualidades
debería negarles existencia. Esto es juzgarse a uno mismo. Conocerse a uno
mismo es juzgarse a uno mismo; juzgar cuales de todas las posibles
cualidades contrarias van bien con el individuo. Este juicio es llamado la auto
estima y esta es la parte principal del auto conocimiento. Quien así puede
juzgarse a sí mismo está en el sendero del auto conocimiento. Esta facultar es
la más alta y es la única por la cual el razonamiento práctico se vuelve
unificado.
Ese conocimiento tiene valor en interés por el hombre que está en inmediata
relación con él, y ninguna parte de nuestra ciencia lleva estas condiciones
mejor que el auto conocimiento. El objeto del auto conocimiento no puede ser
una cosa fuera de mi ser. Ese objeto es mi ser. Los objetos externos no tienen
interés excepto si ellos me conciernen, Sin importar cuan curioso yo pueda ser,
ni de qué tipos puedan ser estos objetos, es siempre por mí que ellos tienen
interés para mí.
Por la estructura de mi mente yo soy justo tal como soy, y es mío propio en un
alto grado. La estructura de mi mente es la fuente de mis alegrías así como de
mis sufrimientos; es el telescopio a través del cual veo el mundo. Una cierta
condición puede hacerme sentir en abundancia pero aún en falta. Preservar la
estructura beneficiente de la mente, bajo toda circunstancia, y debilitar lo
opuesto es el punto principal. El conocimiento del ser nos enseña lo que somos
y lo que deberíamos ser. Por este el hombre se da cuenta de sí mismo, busca
sus condiciones espirituales y morales y encuentra su posible ganancia o
pérdida, antes que la cuenta sea hecha entre él y el cielo.
El conocimiento del ser es el mejor progreso de la virtud. Es la ciencia más alta
y el fundamento de toda perfección espiritual. El conocimiento del ser es la
primer condición de toda verdad y felicidad duradera. Somos imperfectos
porque nuestro conocimiento de nosotros mismos es tan imperfecto. Toda
verdadera perfección del ser humano es imposible sin el cultivo de la razón,
inclinación y pensamientos. Por el auto conocimiento mejoramos todo esto. El
ser humano compara sus razones como nobles o innobles y por su
comparación bajos impulsos aparecen como defectos. Con el auto
conocimiento el ser humano puede obtener la perfección. Lo capacita para
intentar la gran tarea del mejoramiento, y llevarla a la perfección. Conocerse a
uno mismo es conocer las condiciones de uno mejor que nadie más; él sabe lo
que necesita y dónde, y cómo aplicar eso que necesita. Él nunca se
desarrollará en el sitio equivocado o en asuntos menores. Él no cometerá el
error de tratar de mejorar las condiciones externas. Él se desarrolla desde lo
interior del hombre y se salva él mismo de la mera apariencia de bondad, que
es la hipocresía.
Como nuestro juicio, o conocimiento de otros está hecho por comparación con
nosotros mismos, nunca podemos conocer a otra persona excepto en el grado
en el cual nos conocemos a nosotros mismos. Un mejor y más verdadero juicio
de otros es el bello fruto que este noble árbol del auto conocimiento produce.
Este bello árbol produce una conducta más refinada, un más delicado y más
servicial camino, un más valioso, más amigable y más indulgente tratamiento
de otros, una incrementada simpatía por todo, una observancia más consciente
de los deberes sociales. Si él quien sabe cuan falso e injusto es él mismo,
algunas veces, cuan crítico y tonto es con frecuencia, cuan imperfecto; con
cuanta frecuencia su conducta más virtuosa es solamente la consecuencia de
circunstancias felices, como es egoísta en la mayoría de las acciones
ordinarias, cómo la más aparente fuerza es nada sino mera debilidad; cómo
con frecuencia se convence a sí mismo que los actos más tontos son los
mejores, cuan estrecho, cuan egoísta, cuan apresurado es su juicio- si él sabe
estas cosas de su propia experiencia, tal persona sería menos apresurada en
juzgar, él sería más indulgente y perdonaría, porque cada juicio duro de otros
es al fin un juicio de sí mismo.
El conocedor del ser pide ser tratado rectamente por otros, y en la misma forma
él tratará a otros. Él no pedirá imposibilidades, sino que tratará a los hombres,
en todas las circunstancias como ellos deberían ser tratados. Sabiduría e
inteligencia, las más altas cualidades del hombre prosperan solamente en el
suelo del auto conocimiento. Auto conocimiento es la más grande prudencia y
sabiduría. ¿Qué es la prudencia de la cual se jacta la gente mundana? ¿Cómo
puede ser esta llamada prudencia cuando el propósito mismo es tonto o malo?
¿ Cuán débil, incompleta, parcial y defectuosa es la percepción que no conoce
todos los puntos, si no conozco el valor de los medios y el arreglo de
propósito? ¿Cómo es esto posible si no lo dejo depender directamente o
indirectamente de mi percepción interior, si la condición interior es tan poco
conocida para mí, mis ideas equivocadas, mi idea de perfección baja o falsa?
Conociéndome solo a mí mismo conozco lo que soy, lo que puedo hacer, lo
que puedo esperar de otros y lo que los demás pueden esperar de mí, de modo
que ellos consigan mi amor y estima. Estas dos cosas sin la cual la vida es
miserable, son necesarias para la vida social y la felicidad.
REVISION DE LIBRO
“EL HOMBRE-LA OBRA MAESTRA DE DIOS”. Por Frank Crowell. Publicado
por R.F. Fenno % Co., Nueva York. Una clara y concisa exposición de la
evolución del hombre y su realización de su unidad con Dios, “en quien
vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser”.
Recomendamos el libro al estudiante de filosofía y a los miembros de la Orden
Rosae Crucis. Este abunda con principios y enseñanzas Rosaecrucianas. En el
curso de su obra, el autor se refiere a muchos eminentes autores y profesores
de filosofía y ciencia. En la página 105 él dice: “Lo subjetivo recibiendo
sugestiones de lo objetivo abre un vasto campo para el mejoramiento del
hombre en el futuro (¿por qué no en el presente?), un campo que hasta ahora
ha sido tristemente descuidado. La mente consciente localizada en el cerebro
conoce sucesos y pasa su conocimiento al subconsciente para ser almacenado
allí para futura referencia. Su función más alta es el razonamiento. Así cada
acto del hombre, aún sus pensamientos, se registran en la mente
subconsciente y allí van a formar el carácter”. En la página 124 él afirma otra
verdad Rosaecruciana: “La materia puede tomar muchas formas, cada una
superior a la precedente, pero todo progreso viene de lo invisible, el Espíritu
detrás de esta. Todas las cosas materiales son el producido de las fuerzas
espirituales”
lunes, 19 de octubre de 2015
Estudiante en Lìnea
Qué es ser un estudiante en línea?
Primero, desde esta perspectiva, empezaré por definir lo que es un estudiante en línea según Wikipedia (https://es.wikipedia.org/wiki/Educaci%C3%B3n_en_l%C3%ADnea 9
La experiencia del estudiante en línea[editar]
Si bien existen cursos de educación en línea en diversos formatos y niveles, la oferta educativa en línea para la enseñanza universitaria es la más importante actualmente y proviene tanto de universidades públicas como privadas, ofreciendo en su conjunto una amplia oferta educativa tanto para la formación de grado como para la formación de posgrado, existiendo incluso instituciones que imparten cursos en dicha modalidad de forma exclusiva. Y si bien por sus características, conforma una oportunidad de formación más accesible (tanto por su flexibilidad en términos de sincronicidad como por sus costos más bajos), es importante tener en cuenta que ser estudiante en un curso de educación en línea exige ciertas habilidades sociales y tecnológicas propias de la modalidad.
Perrenud llama "oficio de alumno" al currículum oculto que produce aprendizajes implícitos en una determinada modalidad de enseñanza.16 Así, en el contexto de la educación en línea el alumno deberá también adquirir un oficio particularmente relacionado con ciertas competencias tales como la organización autónoma de tiempo propio, a la interacción en diferentes niveles de privacidad, al diálogo constructivo teórico-práctico y al aprendizaje entre pares con la perspectiva de favorecer una genuina construcción colaborativa del conocimiento.17
Salmon18 describe una serie de etapas a través de la cuales los participantes de un curso de educación línea van enfrentando desafíos sucesivos, partiendo del momento en que se inicia el curso hasta que el participante es capaz de extrapolar su experiencia potenciando simultáneamente la habilidad para la interacción y su nivel de autonomía:
1. Acceso: el estudiante debe lograr acceder y superar las dificultades técnicas del entorno para familiarizarse co el entorno digital.
2. Identidad: el estudiante desarrolla su identidad en línea y reoconocer introlocutores dentro del entorno.
3. Interacción: el estudiante logra interactuar con otros participantes por su propia iniciativa.
4. Colaboración: el estudiante logra relacionarse con otros para trabajar de forma colaborativa.
5. Extrapolación: el estudiante es capaz de extrapolar su experiencia personal a otras formas de aprendizaje.
6. Estudiar a tu propio ritmo.
7. Utilización de estrategias para la administración del tiempo empleado en búsqueda de información.
Existen elementos de suma importancia donde el elemento principal para que dicha educación funciones, es el alumno, el que debe de tener la constancia, interés, madurez y muchos elementos mas que empujen al estudiante a desarrollarse, sin ese ingrediente vital, todo el esfuerzo de esta tan importante Universidad a Distancia de México y otros entes que se dedican a la educación en línea.. no prosperarían, según la lectura estos son:
Una actitud proactiva
Compromiso con el propio aprendizaje
Conciencia de las actitudes, destrezas, habilidades y estrategias propias
Actitud para trabajar en entornos colaborativos
Metas propias
Aprendizaje autónomo y autogestivo
El principal reto al que nos enfrentamos lo menciona la tan interesante lectura, nos tenemos que convertir en un=
alfabeta digital. Es decir, “conocer cuando hay una necesidad de información; identificar las necesidades de la información; trabajar con diversas fuentes y códigos de información; saber manejar la sobrecarga de información y discriminar la calidad de las fuente de información; organizar la información; usar la información eficazmente; y saber comunicar la información encontrada a otros.”(Cabero Almenara & Llorente Cejudo, 2008, pág. 13)
Por supuesto existen muchos mitos, el principal de ellos es el creer que es muy fácil y sencillo, porque es en línea, en mi opinión personal, es un poco más difícil, ya que es uno mismo el que se genera el compromiso y el cumplimiento de metas, horarios, trabajos…resultados..etc…comparado con el cumplimiento de un horario en una escuela presencial….
Que opinas?
gracias
Suscribirse a:
Entradas (Atom)